El Valle del Tiétar
En la cara sur de la Sierra de Gredos y protegido del frío, el Valle del Tiétar despliega su sorprendente llanura y dibuja un paisaje que impresiona y cautiva al mismo tiempo. Disfruta además del clima más cálido de toda la provincia de Ávila, ya casi en la linde con Extremadura.
Los amantes de la naturaleza descubren en este valle un paisaje de bellísimos contrastes. En primavera, hacia los meses de marzo y abril, las verdes laderas de las montañas se manchan de blanco con la floración de los cerezos, un espectáculo inimaginable. Las grandes extensiones de tierra, salpicadas de robles, encinas y castaños son además el lugar elegido por una inmensa población de cigüeñas para anidar sobre grandes rocas y construcciones abandonadas. En otoño, la variedad de rojos, marrones y amarillos de las hojas del bosque combinan a la perfección con castañas y setas que el viajero encuentra a su paso.
Los restos artísticos y arqueológicos de la zona aúnan conjuntos palaciegos, pequeñas ermitas de gran encanto o la gran calzada romana que se extiende desde Cuevas del Valle hasta el Pico del Puerto.
Además, es muy recomendable la vista a los siguientes lugares próximos: el Castro del Raso en Candeleda, el Castillo de la Triste Condesa en Arenas de San Pedro, el Castillo de La Adrada, el Castillo de Mombeltrán y las Cuevas del Águila en Ramacastañas.
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